miércoles, 20 de abril de 2011

en la calle

Suelo ser novelera -de leer novelas y de armarlas en mi cabeza-.
Me gusta pensar como se conoció aquella pareja extraña de aquella mesa de bar, o como será la relación entre ese hombre y su hijo... en fin, como dije, NO-VE-LE-RA.
Y a veces, de vez en cuando, hay situaciones que escucho al pasar que me dan "tela para cortar" para mis novelas.
En un mismo día escuché estas dos conversaciones:

1- Un hombre, en un estado un poco deplorable por lo que parecian años de vivir en la calle, toca el timbre de una casa y por el portero electrico se escucha el clásico: -¿Quien es?
El señor, contra todas las frases clásicas y esperables contesta: -Quisiera saber si no le sobra un vino que me de, estoy realmente muy necesitado-

2- Tres mujeres, una hablando como loca (lease: acelerada) le dice a las otras dos: -"... y Hernan rinde el martes la última materia y me dijo que no diga nada asi que yo no digo nada (gesto de cierre en la boca) por las dudas, sino me mata..."

Ah... las paradojas del lenguaje y de la vida que me solucionan la necesidad por la novela...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Banco el modelo de:
HOMBRE TELENOVELERO.

Ahora estoy con el elegido,
a paso firma.-

Yoga Vasistha dijo...

BORRACHIN GENIO DE TODOS!!!!!!!!