lunes, 5 de mayo de 2014

Cuenta regresiva

Madre siempre supo como engañarnos a mi hermana y a mi.
Un poco de teatro por aquí, un poco de mentiritas por allá.
Cuando no había un mango, disfrazaba comida hasta que parezca de Restaurant Francés y le ponía nombres como "tarta primavera". Bastante inocente era yo, claro, de no ver que dicha comida iba variando de ingredientes semana a semana, pero siempre se llamaba igual. Mejor hubiese sido llamarla "tarta loquehayenlaheladera".
Cuando pasaba algo que nos ponía tristes, enseguida nos llevaba al parque, o a jugar a las cartas al living de casa, el que muchos años después entendí que era su pieza. Que había cedido la única habitación del hogar -hasta que hubo plata para remodelar- para mi hermana y para mi.
Pero cuando se lo menciono hoy, dice que "no era para tanto" y se rie.

Madre tiene un berretin, tiene muchos, pero tiene uno en especial que es parte de sus engaños que me hace escribir hoy.
Cuando de pequeñas nos sobreexcitabamos por algún plan, un cumpleaños, un campamento, un viaje, ella nos decia: "Mira: hoy es lunes tenes escuela. Mañana es martes y cuando salis de ingles ya dormis y es miércoles. Te descuidaste y es jueves y al otro día ya te vas".
Si esto fuera un tribunal, no iria presa por engaño. Técnicamente era cierto. Lo que nos armaba, era una cuenta regresiva ficticia cual utopía, esa que dice Galeano que sirve para caminar.
Hoy tengo un amor que veo los fines de semana. Y no puedo mas que sonreir cuando llego el lunes a casa, y empiezo a decirme: "Lunes tengo ocupado todo el dia asi que recien se cuenta el martes que pasa volando porque a la tarde tengo guitarra..."
Los caminos que te forman.
Caminos que construyen.
Mentiras disfrazadas que ayudan a armar(se).
Bienvenidas sean.

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